Información general:
Gran parte de la provincia de Pedernales está declarada Parque Nacional
Jaragua, Incluyendo sus tres cabos Beata, Falso y Rojo y la isla Beata
separada por el canal del mismo nombre.
En sus costas están el lago Salado, el Dulce y la Laguna de Oviedo, mientras que hacia el norte está la Sierra de Bahoruco de gran importancia histórica, ya que allí se sublevó el Cacique Enriquillo.
En sus costas están el lago Salado, el Dulce y la Laguna de Oviedo, mientras que hacia el norte está la Sierra de Bahoruco de gran importancia histórica, ya que allí se sublevó el Cacique Enriquillo.
Pedernales es
una provincia de la República Dominicana, ubicada en la frontera con
Haití, a poco más de 300 km de Santo Domingo es uno de los pocos lugares
en el mundo donde en solamente 10 minutos se puede cambiar de unos ardientes 90 grados a una agradable y refrescante temperatura de 60 grados Fahrenheit.
En Pedernales no hay desague de aguas negras al mar. Cuando usted
consume pescado de Pedernales está consumiendo el pescado más limpio del
mundo.
El viaje a pesar de la distancia no
resultará difícil porque la hermosura de las costas y la extraña belleza
del paisaje árido nos deleitan durante todo el trayecto. A pocos
kilómetros del municipio cabecera, que lleva el mismo nombre de la
provincia, nos encontramos a Cabo Rojo, lugar que en una época fue
centro de apoyo económico para la zona, por las operaciones mineras que
allí se realizaban, las cuales consistian en la extracción de bauxita y
piedra caliza por parte de la compañía norteamericana Alcoa Exploration
Company, que luego de muchos años de labor y repleta de beneficios se
marchó. En la actualidad existe allí la Ideal Dominicana.
Cabo Rojo resulta sumamente interesante, posee un paisaje único como lo
es el que ofrece bahía las Aguilas con su hermosa y codiciada playa y
el acetillar donde contradictoriamente se registran temperaturas tan
bajas que nos da la sensación de que no nos encontramos en el cálido
suroeste. Un pequeño pero adecuado aeropuerto a la entrada de Cabo Rojo
convierten a este lugar en un atractivo turístico con las bases puestas
para continuar su desarrollo.
Al entrar al pueblo de Pedernales nos llamará la atención un barrio
recién construido cuyos patios llenos de árboles le dan un aire de
agradable frescura, la imponente fortaleza Enriquillo a veces suele
molestar a algunos visitantes que de momento olvidan que están en un
punto donde comienza la patria y por lo tanto se justifica el chequeo
militar a la entrada y salida del poblado.
La
estadía se hace interesante, el visitante desea ir a la misma línea
divisora de la frontera y si es posible pasar a Ansapitre y de este modo
tener la oportunidad de observar de cerca un panorama del empobrecido
país de Haití.
Ir a la playa y a las colonias agrícolas es una aventura compartir
con esa gente maravillosa y acogedora que a pesar de que
geográficamente hablando vive aislado de las demás provincias del país
el pedernalense es una persona abierta y dispuesta a recibir con una
sonrisa al visitante cuya presencia no pasa desapercibida.
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